Tecnología


La revolución del micrófono.



Cercanos a la tercera década del nuevo milenio, no conducimos autos voladores pero al menos podemos escuchar un micro-programa desde el teléfono celular sin ajustar una antena.



Aunque aún somos prisioneros de la era digital que avanza a pasos agigantados, el público se anima a mezclar lo que ahora es y lo que alguna vez fue escuchar la radio. Ya sean online o analógicas, existen muchas señales radiales que permanecen en el día a día y se adaptan al futuro que se aleja a medida que sumamos kilómetros en nuestra época.  Desde hace más de 10 años se ha popularizado lentamente el podscasting o podcast, que si bien no es tan global como un medio que todos reconozcan, sus oyentes somos muy fieles a continuar nuestra residencia dentro de este maravilloso mundo. Si todavía no saben qué es esto, esta nota es su oportunidad de explorar algo nuevo, pero debo advertir que puede convertirse en un hábito vicioso.

¿Podcast? ¿Qué es eso? ¿Se come?

Cuando me introduje en esta ola, al investigar de qué trataba me crucé con una definición muy gráfica que me permitió abrir más puertas de las que me esperaba. “El Netflix de las radios”, así se lo describe en algunas redes sociales por su fácil acceso.

El verdadero concepto deriva de la combinación en inglés de “brodcasting” (radiodifusión) y “iPod”, que fue su precursor. Es una forma de distribución de archivos multimedia vía web y con un sistema de feeds RSS.  Aunque existen también en formato de vídeo, al hablar de podcast se refiere a programas de audio, similares a un canal de YouTube, que se publican de forma periódica nuevos episodios (generalmente de 30 a 60 minutos cada uno), y que al suscribirse permite estar al tanto de sus actualizaciones.

Gracias al boom de los smartphones, primero por iOs y posteriormente por Android, surgieron exitosas aplicaciones que permitieron la propagación de esta fórmula. Dentro de las plataformas más recurridas para escuchar están iTunes, Soundcloud, Google Podcast, Apple Podcast, o incluso Spotify, que tiene un raking interno de los podcast más escuchados de cada región. Me voy a centrar en este último porque es el que mejor conozco. Debo agregar que todas estas apps son gratuitas y no consumen muchos datos al reproducir, a demás de que permiten la posibilidad de descargar los episodios para poder escucharlos de manera offline.

Los más escuchados en Argentina (a través de Spotify) son:
10- Venganzas del pasado (programas de “La venganza será terrible” de Alejandro Dolina)
09- Mamá, no escuches esto (anécdotas de adolescentes)
08- Demasiado Humano (programa de actualidad de Futurock)
07- ConchaPodcast (perspectiva femenina)
06- Hodor Hodor Hodor (comentarios sobre Game of Thrones)
05- El futuro (tecnología)
04- TED en Español (charlas y conferencias de profesionales)
03- Historias de nuestra historia (programa de Felipe Pigna)
02- Entiende Tu Mente (autoayuda)
01- Sexy Pipol Podcast (fragmentos del programa radial de Congo FM)

Esta aplicación se encuentra preparando un algoritmo que recomendaría otros programas para disfrutar según los que ya hemos escuchado, ya sea por géneros, popularidad o afinidad, de acuerdo a los intereses de cada usuario. ¿A qué les hace acordar esto?

Se estaría implementando desde la próxima actualización que será una especie de experimento para ampliar su uso de manera masiva explotando otra de las opciones que ofrece esta empresa, a demás de la reproducción legal y oficial de música.
Vos podés ser la Susana de tu show.
Otro de los grandes beneficios que ofrece la tecnología de hoy en día es que cualquier persona con acceso a internet con banda ancha y una buena idea puede tener su propio podcast en su casa.

¿Dónde? Existen muchas plataformas y aplicaciones que a través de una suscripción paga o gratuita se puede crear un perfil que publique y hasta edite cada uno de los episodios que graben. De los más utilizados está iVoox o también Spreaker, tienen una cuota mensual o anual con la que se expande el límite de duración de los capítulos. Para arrancar, tal vez les convenga recurrir a Anchor, que es gratis y básica, a demás de accesible. La calidad de audio a veces no es lo que más importa, sin embargo depende del manejo de editores de audio para PC y algún micrófono simple. Lo demás es creatividad lustrada.

 ¿Cómo? Principalmente, hay que tener muy en claro lo que se quiere contar. Un tema definido, que conozcan bien y que sea atractivo y novedoso para la audiencia. No estaría mal hacer un estudio de lo que se escucha en la actualidad. Luego, preparen una estética gráfica personal que los diferencie del resto, empezando con el logo que exigen todas las apps. Piensen en cómo se van a desarrollar cada una de las emisiones, con sus secciones y separadores que sirvan para mantener activo al oyente. Si ya están listos, graben un piloto modelo para escucharse y corregir lo que sea necesario, pues acá encontramos otro lujito de este formato. Cuando estén convencidos del producto final, ya pueden publicarlo y difundirlo a través de sus redes sociales.

Por qué? Si no se sienten cómodos con el perfil de youtuber, pero tienen algo para compartir con el mundo, el podcast es un personal trainner de la palabra. Acá se pueden jugar la cabeza si son capaces y competentes a la hora de hablar y comunicar. Incluso, cual sea el tema seleccionado, podrán perfeccionarse en el área para mejorarse y así transmitir efectivamente. Hasta puede considerarse como una excelente oportunidad de ampliar un negocio propio o de hacer público algún movimiento social. No hay grandes oponentes ya que no existe un día y horario específico para reproducir los episodios. Acompañan a cualquier actividad donde no es necesario prestar toda la atención, por ejemplo, en el trabajo, en el colectivo, al bañarse, al cocinar, al limpiar la casa o especialmente cuando hay que hacer tiempo en la fila por un trámite o en la sala de espera del médico. Sumemos también, que es super económico su producción y consumo, justamente en un momento donde sigue creciendo, casi de moda.

Al ser una creación propia, se la puede cuidar y criar como un hijo pero con menos responsabilidad y lloriqueo. A medida que madura, la gente que lo escucha llega a conectar con los interlocutores con más intimidad. Desde hace poco, fanáticos de podcasts populares lograron con sus insistentes pedidos, eventos y presentaciones especiales en festivales o conferencias para conocer en persona a los que están del otro lado. Sus sugerencias y críticas se pueden aprovechar, ya que son ellos quienes le dan vida al monstruo mediático. Si, ya sé, los convencí. Bienvenidos a un viaje sin retorno. No procrastinen, podcastinen.


 

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