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TV que se ve

Fleabag, la sorpresiva serie que merece el podio hasta ahora.


Nos acercamos al punto medio del año y nos animamos a hacer un balance de lo mejor y lo peor que se ha visto tanto en la pantalla chica como pantallas de la palma de la mano.




       Entre tantas responsabilidades y estrés, nadie se niega al descanso diario de sentarse a ver su serie favorita. Y entre todas las novedades que ofrecen las carteleras, siempre viene bien un día libre en casa. Lo difícil es decidirse por algo frente a tantas opciones, corriendo el riesgo de toparse con la peor alternativa. Este 2019, con 6 meses cargados al hombro podemos hacer un “pantallazo” de lo que vale la pena ver y lo que no.

        Hay una plaga de plataformas digitales que tienen disponibles algunas de las producciones que cobran renombre. El 5 de junio se emitió el primer episodio de la 3ra temporada de The hanmaid’s tale, serie ganadora de varios premios en los últimos años. Está disponible en FOX Play, Directv Play y en Hulu pero esta última solo puede descargarse en USA. Basada en la novela distópica de Margaret Atwood donde una mujer es una esclava sexual obligada por el gobierno. De forma aleatoria nos cruzamos con otra competidora del mainstream, Killing Eve. Llegó este año con su segunda entrega desde la BBC como una creación de la actriz Phoebe Waller-Bridge, de quien hablaremos más tarde. Un drama con humor negro que sorprende con sus giros y sus actuaciones desempolvadas.

        Se modernizó como servicio de suscripción, en un principio como Youtube Red, y actualmente como Youtube Premium, la página web con videos más visitada del mundo. Al ser bastante reciente, son muy pocas las distracciones audiovisuales que valen la pena recomendar. Por ejemplo, tocando en lo más profundo de la nostalgia llegó Cobra Kai, la serie de la vida actual de los personajes (vivos) del clásico Karate Kid. Con el mismo reparto original y con una segunda temporada son el plato principal de esta plataforma.

La favorita sigue siendo Netflix.

        ¿Por qué? Porque supera a todas las demás en número de estrenos anuales. A demás de pagarle sueldo a personas que se encargan de estudiar nuestros consumos de streaming y así evaluar qué es lo que está por venir. Y de la misma forma que ha conquistado las pantallas de la familia de hoy, tropezaron más de una vez con algunas series que la crítica masacró. Como el caso de Turn Up Charlie, protagonizada por Idris Elba (Heimdall en las películas de Thor). Por suerte, es muy corta, aún así no convence. Sucede lo mismo con el regreso de Melissa Joan Hart al sitcom con No Good Nick, que en realidad debería llamarse No Good At All. Corre el riesgo de dejar de apostar con estas comedias yankees porque repite un formato que se encuentra en decadencia. No reirán ni los reidores que se escuchan de fondo. Pero la peor parte se la llevó Alta Mar, la producción española que fue apedreada por especialistas en sus redes sociales.

        Para bien nuestro, en tan solo un semestre han desfilado exquisiteces que se merecen un aplauso desde el sillón de casa. Desde regalos inclusivos como Special, Bonding o Trinkets hasta superproducciones animadas como Love, death and robots que se robaron nuestros corazones en poco tiempo. Es una buena época para Netflix al saber cómo embobarnos con control remoto en mano. Una sorpresa fue Así nos ven por cargar un dramón que no sabíamos que necesitábamos ver. Esperemos que vuelvan a sonar en las noticias como posibles nominados en los próximos Emmy’s. 

        Y otra que generó no solo tendencia sino también ansiedad por querer saber cómo continuará, es Sex education. Una propuesta deliciosa que puede servir como excusa perfecta para sacar temas en la mesa que no cualquier adulto se anima a tratar con sus hijos. La segunda parte de la producción alemana, Dark, y el estreno de la serie coreana con zombies en la dinastía de hace 300 años, Kingdom, nos dieron una buena dosis de suspenso y ciencia ficción que nunca está de más.

         La apuesta que nos salió bien fue la de poner nuestra atención en representaciones feministas como protagonistas de historias novedosas. Dead to me revivió las carreras de Christina Applegate y Linda Cardelini al arriesgarse con una propuesta de calidad de guión y actuaciones. Se la jugaron y no fue en vano. Con solo 10 episodios de no más de 30 minutos relatan un cuento de humor oscuro para gente grande, que no tuvo que alejarse de la realidad para reforzar emociones que aparecen en los momentos exactos. 

        Y el premio mayor lo conquistó Muñeca rusa en los primeros días del año. Antes de regresar con la séptima y última temporada de Orange is the new black (próximo 26 de julio), Natasha Lyonne no solo protagoniza esta satírica miniserie sino que también es la creadora y directora de algunos capítulos.  Le hace un guiño al film El día de la marmota, ya que Nadia, la anti-heroína de aquí, queda atrapada en un rulo temporal que la hace morir varias veces reiniciando desde el punto cero para que su vida tenga un propósito. Esta es la frutilla de la gigantesca torta que nos hace desbordar en ocio.

La guerra inconclusa de HBO.

        Uno de los hechos más esperados para este 2019 era la temporada de despedida de Game of thrones. Lamentablemente no fue digno del trono. Lucharon contra memes, spoilers, fans decepcionados, posers confundidos, errores de continuidad y la presión del mundo entero a la espera de una conclusión concisa. Sin duda fue el tanque más grande de la década para la generación que debía esperar una semana entre cada emisión. Actores impecables. Todo un universo que reprodujo un marketing bastante poderoso para el consumidor friki. Pero los últimos 6 episodios no estaban a la altura del resto. Malas decisiones que desprestigiaron la que se creía mejor serie del nuevo siglo. Pues sus showrunners dejaron en claro que eso no va a pasar. Sin embargo será difícil superarla.

        De todas formas, HBO tiene años de experiencia y sabe jugar sus otras cartas. Si bien se propagó el furor por Chernobyl, la fiebre verde duró poco. Quizás el público no juzgó tanto, la excelente producción satisface. De todas formas, tiene grandes fallas como errores históricos, diálogos inverosímiles y una falta de despliegue de montaje. No es perfecta, tampoco olvidable.

         Tenemos que acentuar otra vez que la mejor propuesta tiene ojos de mujer. Big little lies regresa sigilosamente con poderosas actrices que decidieron meter la nariz en la producción ejecutiva. Con Nicole Kidman, Resse Witherspoon, Shailene Woodley, Laura Dern y Zoe Kravitz al mando, pero esta vez se suma Meryl Streep subiendo el target de interpretación actoral. Aún permanece en emisión, así que no podemos categorizarla, aunque con tal solo 3 episodios hasta el momento demuestra que es una de las mejores opciones que hay en la televisión de la actualidad. Estamos a espectativas del desarrollo de Euphoria, que es muy prematura como para darle una devolución a pesar de lo prometedora que luce.

Amazon Prime, desde un costadito va tomando lugar.

         Los últimos años, esta aplicación ha crecido por ofrecer numerosas series que no pueden verse en otras plataformas. Pero también se ha animado a los contenidos originales. Por ejemplo, se ha llevado un buena recepción de los críticos una nueva adaptación de un libro de Neil Gaiman, llamado Good omens. Con una historia interesante, sin efectos tan logrados y con actores responsables de dar el gusto, logra dejar contento al escaso público que se tiró de cabeza a ver la serie.

          Sin necesidad de comparar con todos los anteriores, sino con tan solo apreciar un buen guión y actuaciones sutiles, podemos apostar por la triunfadora Fleabag. Creada y protagonizada por la actriz ya nombrada Phoebe Waller-Bridge, con un ingenio que vuelve luego de tres años. Una inversión de creatividad que eleva su formato a una categoría cinematográfica. Sin dudas, la mejor serie de esta primer mitad del año. Una mujer que al romper la cuarta pared, nos guiña cada pensamiento y sentimiento revuelto que la hace cometer los errores más bellos que le salen. Retoma la historia  371 días después del final de la temporada anterior. Fleabag es indiscreta, descarada y desequilibrada pero lo suficientemente inteligente para ser consciente del desastre que representa a su alrededor. Con relaciones complicadas con su hermana y su padre, y ni hablar de su madrina/madrastra. Tiene la cantidad exacta de drama y comedia como para darnos una cachetada y dejarnos reaccionar sin quejas ni confusión. Recomendación indiscutible.

          Ya no es primordial hacer zapping, sino saber dejarse llevar por los algoritmos elaborados que expone cada plataforma digital. Si se animan, pueden agregar ahora mismo a su lista todas estas joyitas y juzguen con sus propios ojos. Nos queda bastante para seguir explorando el mundo de la ficción serial, solo depende de cada uno querer tv de calidad o de caducidad. ¿Qué dicen?












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