Espectáculos/Cine, Reseña

Un gran final para una gran saga

Toy Story llega a su fin con una 4ta entrega que emocionó a todos (Spoilers).

   Mucho temor había en cuanto a este film, ya que se consideró a la 3era como el final perfecto de la trilogía.

   Cuando Pixar anunció que habría una nueva película de Woody y sus amigos, se generó una gran expectativa ya que los fanáticos de estos juguetes no sabían que esperar al respecto.

   Finalmente el momento del estreno llegó, donde el espectador se encontró con una trama madura que no caía en ser una "simple historia para niños". En esta entrega se tocan temas serios como lo son el motivo de la existencia, la soledad, el abandono y la falta de los fines personales.

   Vemos nuevamente un cambio en la personalidad del vaquero, ya no es el mismo de aquella Toy Story de 1995. Este protagonista ha sufrido y ha madurado, aún siente la perdida de Andy y lo refleja con la inconformidad que lo angustia.

   En un momento de "limbo personal" Woody se topa con Forky, quien significará un motivo de existir de nuestro protagonista.

   Un gran punto a favor que tiene este film es que no está dirigido principalmente para niños, está hecho para la gente que creció y maduró a lo largo de estos 23 años que la saga duró.

   Una película madura que no teme en tomar riesgos y explorar nuevos terrenos, una historia que interesa desde el comienzo debido a su gran elaboración y su buen ritmo.

   El único punto en contra que posee Toy Story 4 es la mala utilización de los antiguos personajes, los juguetes que venimos conociendo desde la primera y segunda entrega tienen nula participación y son un relleno de algunas escenas. El gran Buzz Lightyear se ve limitado a un sólo chiste que repetirá a lo largo de toda la obra, teniendo solo seriedad en el tramo final.

   Mi calificación para esta película es 4,5/5.