El legado de Quino: la fascinación de los chicos
Quino tenía una relación especial con los chicos. Durante muchos años, contestó las cartas que recibía de los pequeños lectores, con dibujos y dedicatorias personales. En varias oportunidades llamó por teléfono a algunos de sus fans, que no podían creer que del otro lado estaba el autor de Mafalda interesado por saber qué los atraía de sus personajes. Tantas décadas después de haber dejado de publicar la tira, todavía lo sorprendía la fascinación de los niños con sus criaturas. En todas las ferias del libro que visitaba, Quino despertaba devoción y aceptaba charlar con sus lectores y admiradores. Cuando se acercaba un nene o una nena, se tomaba varios minutos (a veces, hasta 15 o 20, mientras la fila crecía y crecía): quería saber cómo se sentían ese día, qué habían comido, cuál era su plato preferido, si le gustaba ir al cine, si leía otros libros e historietas además de Mafalda.
Según cuentan quienes lo conocieron bien de cerca, nunca se pudo explicar a sí mismo cómo fue que las tiras de Mafalda se convirtieron en material de lectura para chicos, ya que él nunca las pensó para el público infantil. Lo cierto es que sus historietas marcaron la puerta de entrada al mundo de la lectura de varias generaciones. Los chicos de hoy también disfrutan de las ocurrencias de Mafalda y sus amigos.
Quino era tímido para hablar en público, pero le daba mucha curiosidad saber por quélo leían los chicos. "Yo hacía la tira para la página editorial, no para la de historietas. Salía en la página de comentario político y de actualidad. Siempre la hice pensando en gente adulta, no para chicos. Pero ahora los chicos tienen tal nivel de información que más o menos pescan todo lo que dice en las historietas de Mafalda", dijo en una entrevista que puede leerse completa en su sitio oficial.
Quino expresaba sus preocupaciones sobre la humanidad, su postura contra la guerra y a favor de la paz. "Lo planteó a través de los chicos pero con una temática que dirigía a los adultos. Lo que decía en las tiras era lo que pensaba del mundo.
Chanti, creador de Mayor y Menor, una historieta con mucho éxito entre chicos de 5 a 8 años, cree que el furor infantil por Mafalda tiene que ver con la identificación. "Para muchos, Mafalda fue su primera lectura. A pesar de que el genio de Quino no la había pensado para chicos, muchos niños se la apropiaron. Quizás porque estaba protagonizada por personajes de su misma edad. Seguramente se habrán reído con los chistes que entendían, los más cercanos a su mundo: la escuela, las vacaciones, los juegos; los otros chistes les habrán quedado rondando por la cabeza hasta crecer y tener la edad suficiente para entender la crítica social y la ironía", dice el historietista mendocino.
Otros autores y humoristas gráficos, como Liniers y Tute, coinciden con Chanti cuando destaca el gran logro de Quino: "Mafalda es una tira que está muy bien armada. Sus personajes se distinguen por el dibujo y por sus personalidades. Uno de sus más grandes aciertos fue haber recreado los estereotipos de nuestra sociedad".
La influencia de Quino marcó mucho más que la historieta y el humor gráfico y llegó a la literatura infantil, sin que él se lo hubiera propuesto. "Quizá la producción de Quino (en especial, Mafalda y sus amigos) explique, al menos parcialmente, la libertad, el humor y el absurdo que atraviesan la Literatura infantil y juvenil (Lij) argentina desde los años 70 y, más aún, desde la vuelta a la democracia -asegura Laura Leibiker, directora editorial de Norma-. Los lectores argentinos nos reflejamos en esa niña desafiante, que se hacía preguntas y reflexionaba sobre los problemas políticos y sociales con humor e inteligencia. Aprendimos a leer el mundo desde esa perspectiva.
https://www.lanacion.com.ar/cultura/el-legado-quino-fascinacion-chicos-sus-libros-nid2467915
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